Roosevelt Díaz Arosemena - Bestia flechada
El rosa es un color dulce. ¿Cómo hace un artista pintor para complementar esa dulzura con la fuerza de expresividad? Hay que rayar con el abismo del peligro, entre lo bonito del color y la expresión de los elementos creados. Tamayo lo hizo. Hay que desafiar la dulzura y hacerla arte.
- Roosevelt Diaz Arosemena
El pintor presenta una propuesta de textura, imagen y color. El diseño de esta obra es un cuadrado, formado por una sola imagen.
El plano básico trabajado con los lilas, rosas y ocres posee una rica textura, y como única figura central un animal propio de la iconografía prehispánica con elementos geométricos rellenos de color, que parece estar atado y a la vez juguetear ocupando el espacio. El azul cobalto, que forma parte del cuerpo del mítico animal, dirige la mirada del espectador hacia el centro del cuadro. Las delicadas líneas de amarillo cobalto simulan cuerdas que atan a la bestia y le imprimen calor al cuadro trabajado con colores fríos. El tratamiento dado a la imagen es lineal y goza de una vitalidad y carácter debido a la textura y los cromatismos.
En esta obra el artista ha reinventado un universo de armonía cromática para deleite del observador.