Obra en plumilla sobre papel, de diseño rectangular vertical, presenta una base horizontal que le imprime la sensación de firmeza al conjunto de elementos. El fondo negro se ha utilizado para resaltar la imagen.

El artista presenta a dos personajes tocando un tambor pujador en un paisaje onírico. La figura en primer plano observa una actitud de tristeza y la ubicada en el segundo plano sugiere satisfacción; mientras una figura mira hacia abajo la otra parece mirar de frente hacia un punto indeterminado, lo que define el movimiento.

Las figuras fueron trabajadas con suaves tonos de grises que les confieren luminosidad, con excepción de los rostros, en donde el artista aplica el uso de grises más oscuros y diseños en negro puro para destacar su estado anímico y resaltar la personalidad.

Con elementos icónicos del arte precolombino, el artista utiliza líneas cortas y puntos en la realización de las figuras para obtener la demarcación de los planos, con el manejo del grosor e intensidad en las líneas. La obra ofrece una composición equilibrada de rico contenido visual.