En esta obra el pintor comparte su preocupación por la fauna que desaparece.
El diseño del plano básico de la obra es horizontal, de color azul, y ofrece una textura brillante finamente trabajada. El motivo del segundo plano es cuadrado, pintado en ocres, y presenta vacíos que permiten el paso del color azul para resaltar la circunferencia de la figura central ubicada en el primer plano.
El artista no puede permanecer indiferente y expone la crisis del medioambiente: el motivo de esta obra es la presencia de un leopardo con mirada angustiada y desafiante a la vez, ausente dentro de una piel que se antoja adorno de algún cazador y comunica al observador que la especie en peligro es realmente el ser humano.
